¿Qué victoria ha sido para ti la más importante?
Fue una competición al principio de mi carrera en la que gané mi primer premio en metálico. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces entré en este deporte sin entrenador, sin equipo y sin federación, y que participaba en campeonatos como independiente: una presión económica extrema. Todo el mundo me decía: ¿por qué no estudias una carrera?, déjalo, eres demasiado mayor para esto. Pero ganar esa competición con un premio en metálico llegó en el momento perfecto. Para mí fue una confirmación clarísima: puedo hacerlo, voy a seguir. Aunque en realidad no fue una victoria, sino un tercer puesto. Pero era un podio en un campeonato con las mejores del mundo.
Empiezas en slopestyle, una especie de recorrido de obstáculos, y en big air, prácticamente salto de trampolín acrobático. ¿Cuál de los dos te genera más adrenalina? ¿Hay alguno que prefieras?
Depende. En slopestyle me pongo más nerviosa porque tienes que descender por un recorrido largo y complicado sin cometer errores. Por otra parte, en el big air se pueden probar más a menudo los trucos difíciles y eso me resulta excitante. No porque sea un campeonato, sino porque ahí quiero conseguir algo que tal vez no haya hecho nunca antes. Como tal, prefiero el big air, porque me gusta centrarme en una cosa. Pero una victoria en slopestyle me alegra especialmente, porque ahí todavía no he tenido tantos éxitos con el otro.
Pero ya has logrado grandes cosas. ¿Cómo consigues motivarte día a día para nuevos retos?
Para mí lo más importante es progresar continuamente. No quiero estancarme, quiero superarme a mí misma. Para mí un buen día es cuando he conseguido hacer algo nuevo.
O sea, ¿que aún no has alcanzado tu techo como atleta?
No, y además creo que eso no debe pensarse nunca. Si tuviera la sensación de haber alcanzado mi límite lo dejaría, al menos como deportista profesional. Pero tampoco pienso demasiado cuándo sucederá eso. Solo me pondría barreras.
En cualquier caso, ¿tienes idea de qué te gustaría hacer si en algún momento el snowboard dejara de ser tu profesión?
Me limito a pensar que buscaría algo en lo que pudiera tener la misma pasión. Seguro que algún día querré ser madre; todavía es solo un plan. Y profesionalmente me veo en un entorno creativo: películas, fotografía, algo por el estilo. Pero mejor detrás de la cámara que delante.