La guía de mantenimiento de vehículos Audi

Desde el punto de vista de la seguridad, los neumáticos son uno de los elementos de seguridad más importante del vehículo. Es muy importante apostar por un neumático de calidad que aporte una buena estabilidad al vehículo incluso cuando las condiciones meteorológicas son adversas.

Los neumáticos son componentes que están sujetos al desgaste, por lo tanto, el cambio de neumáticos debe realizarse cuando la profundidad del dibujo del neumático alcanza un mínimo 2 o 3 mm. También hay otros factores que afectan al rendimiento de los neumáticos como por ejemplo: edad de los neumáticos, se recomienda que se cambien cada 5 años, ya que a partir de esta fecha, las propiedades de los componentes del neumático pueden verse mermadas y consecuentemente pueden volverse menos seguros; un desgaste irregular del neumático, es otro de los puntos relevantes ya que, en este caso, el neumático estaría mostrando que la alineación de las ruedas del vehículo puede que no sea correcta o que pueda existir alguna irregularidad en el tren de rodaje.

Si tiene alguna duda, en cualquiera de nuestros Servicios Oficiales estaremos encantados de asesorarle y ofrecerle neumáticos de calidad que garanticen la seguridad de su vehículo.

La presión de los neumáticos es un factor determinante no solo para la seguridad sino que también puede afectar a un deterioro de los neumáticos prematuro. Es por ello que es muy importante que revise la presión de los neumáticos al menos una vez al mes. De la misma manera, también es importante inspeccionar el estado de los neumáticos en busca de daños o algún desgaste inusual.

Para conocer la presión adecuada para los neumáticos de su vehículo puede comprobarlo en el pilar de la puerta del conductor o en la cara interior de la tapa de la toma de carga o depósito de combustible.

Todo depende de dónde se haya producido el pinchazo y del tamaño del mismo. Normalmente un daño producido en la banda de rodadura del neumático de unas dimensiones producido por un objeto punzante como un tornillo y que no haya generado rasgados o cortes es reparable. Para una mejor valoración, lo mejor es acudir al Servicio Oficial más cercano para que pueda valorar los daños del neumático y asesorarle en la mejor solución para el daño que presente el neumático.

Los neumáticos que debe instalar en su vehículo son los especificados en la ficha técnica. La carga máxima admisible es un dato que también está recogido en la ficha técnica. De esta misma manera, el fabricante ha contemplado el índice de carga adecuado de los neumáticos homologados para su vehículo en función de la carga que su vehículo puede admitir. Es por ello que lo que sí debe hacer en caso de cargar su vehículo con carga plena es ajustar la presión de los neumáticos al valor de “carga plena” que se le indica en la etiqueta ubicada en el pilar de la puerta del conductor o en la cara interior de la tapa de la toma de carga o depósito de combustible.

La vibración en el volante puede ser un indicador de que exista una posible deformación en los neumáticos, un contrapesado de alguna rueda incorrecto, u otra incidencia en el tren de rodaje de su vehículo. En caso de que sienta que el volante vibra al circular le recomendamos que acuda a su Servicio Oficial para comprobar el origen de esa vibración.

No, el reglamento general de circulación admite el kit antipinchazos como una alternativa a la rueda de repuesto. Por tanto, no hará falta rueda de repuesto en este caso.

El intervalo de cambio de aceite dependerá del tipo de motor instalado en su vehículo. La mayoría de nuestros automóviles cuenta con un intervalo de cambio de aceite flexible que puede extenderse hasta un máximo de 2 años o un tope de 30,000 kilómetros. En vehículos con este tipo de intervalo, se incorpora un sensor de calidad del aceite que evalúa regularmente la condición del aceite del motor y, de esta manera, informa en el panel de instrumentos cuándo es necesario realizar el cambio de aceite.

El determinante de este aspecto es el tipo de motor que esté equipado en su vehículo. Puede acceder a esta información en el manual del usuario de su automóvil o consultando con su Servicio Oficial.

Este fluido tiene la responsabilidad de transmitir la fuerza que usted aplica al presionar el pedal de freno hacia las pinzas de freno, permitiendo así la detención o reducción de velocidad del vehículo. Con el tiempo, el líquido de frenos puede absorber humedad y partículas contaminantes del sistema, lo cual puede disminuir su eficacia y, en última instancia, afectar la seguridad del vehículo y de sus ocupantes. Por lo tanto, es fundamental el reemplazo del líquido de frenos. En este caso, el fabricante ha establecido un intervalo de cambio del líquido de frenos cada 2 años.

Este líquido cumple un papel esencial en la regulación de la temperatura del motor, manteniéndola dentro de los límites óptimos para un funcionamiento eficaz. Su función principal radica en la disipación del calor generado por el motor. Además, desempeña múltiples roles, como la protección contra temperaturas extremadamente altas o bajas debido a su alto punto de ebullición y bajo punto de congelación en comparación con el agua. También, previene la corrosión y la oxidación al contener elementos protectores para el interior del motor, además de lubricar diversos componentes, como la bomba de agua y otros elementos móviles del sistema de enfriamiento. En el caso del líquido refrigerante, no se ha establecido un intervalo de cambio periódico por parte del fabricante.

Esto dependerá de la transmisión que tenga montada en su vehículo. Podrá encontrar esta información en el manual de usuario de su vehículo o acudiendo a su Servicio Oficial.

El período de reemplazo dependerá del tipo de motor que esté equipado en su vehículo. En vehículos más modernos, el fabricante ha fijado un intervalo de reemplazo, que no debe superar los 6 años o 90,000 kilómetros, según lo que ocurra primero. Sin embargo, le sugerimos que revise el manual del usuario de su vehículo o consulte con su Servicio Oficial para obtener la información precisa sobre el intervalo de sustitución que el fabricante ha establecido para su vehículo.

Tal como sugiere su nombre, este componente tiene la responsabilidad de depurar el aire que ingresa al motor, promoviendo así una combustión eficaz en su interior. Mantener el filtro de aire en condiciones óptimas y sustituirlo siguiendo las directrices del fabricante resulta crucial para asegurar el funcionamiento eficiente del motor. Un filtro de aire obstruido o sucio puede tener un impacto negativo en el rendimiento del motor e incluso incrementar el consumo de combustible.

Este componente desempeña una función muy importante durante el funcionamiento del motor y garantiza un rendimiento óptimo. Su tarea principal consiste en eliminar las impurezas y partículas metálicas que puedan existir en el aceite, previniendo posibles obstrucciones en el sistema de lubricación del motor. Es de vital importancia sustituir el filtro de aceite siguiendo las recomendaciones del fabricante para evitar que un mal funcionamiento de este componente pueda ocasionar daños graves en el motor. En la mayoría de los vehículos Audi, se aconseja cambiar el filtro de aceite junto con el aceite, en intervalos de máximo cada 2 años o 30,000 kilómetros. No obstante, le sugerimos que consulte el manual de usuario o se comunique con su Servicio Oficial para conocer el período de reemplazo que el fabricante ha establecido para su vehículo.

El filtro de combustible desempeña una función esencial en los vehículos de combustión, particularmente en motores diésel. Cumple la función de ser una barrera contra las impurezas presentes en el combustible, evitando daños en componentes críticos del motor y garantizando su funcionamiento eficaz. Este filtro se encarga de eliminar partículas y suciedad, protege los inyectores y previene obstrucciones en el sistema de combustión. Es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante con respecto a los plazos de sustitución. Aunque en la mayoría de los motores, se sugiere reemplazar el filtro de combustible cada 90,000 km, le aconsejamos que consulte el manual de usuario o se comunique con su Servicio Oficial para confirmar el período de reemplazo que el fabricante ha establecido para su vehículo.

Ante una situación de repostaje incorrecto, lo más crucial es detectarlo rápidamente para minimizar posibles daños en el motor y sus componentes. El escenario más común involucra la introducción de gasolina en un vehículo diésel, dado que las boquillas de gasolina suelen ser más pequeñas que las bocas de los depósitos de combustible diésel en vehículos actuales. Por otro lado, es poco común que se reposte diésel en un vehículo de gasolina, dado que la boquilla del surtidor diésel es más grande que la boca del depósito de gasolina del vehículo.

Si se nota el error inmediatamente después de la recarga en la gasolinera, lo más importante es evitar encender el motor y en su lugar, ponerse en contacto con nuestro servicio de asistencia 24 horas para que remolque el vehículo al Servicio Oficial más cercano. En caso de que surjan problemas en el funcionamiento del motor después de la recarga incorrecta, se debe apagar el motor de inmediato y contactar a nuestro servicio de asistencia 24 horas para que traslade el vehículo al Servicio Oficial más próximo y así evaluar los posibles daños causados al motor.

Las pastillas de freno son un conjunto de componentes dentro del sistema de frenos diseñados para disminuir la velocidad del vehículo. Están formadas por una placa metálica que sirve como base y una mezcla de materiales que, al friccionar contra el disco de freno, logran reducir la velocidad del vehículo cuando el conductor presiona el pedal de freno.

Este roce constante con el disco de freno provoca el desgaste tanto de las pastillas de freno como del propio disco. No existe un intervalo de reemplazo predeterminado por el fabricante, ya que depende del desgaste, pero como regla general, se recomienda sustituir las pastillas de freno cuando su grosor alcanza los 3 mm.

Dado que el sistema de frenos es crucial para la seguridad de los ocupantes del vehículo, es esencial verificar el estado de este componente en cada revisión para garantizar el funcionamiento adecuado del vehículo.

Los amortiguadores son componentes considerados como piezas sujetas a desgaste, y su necesidad de reemplazo puede variar dependiendo del tiempo y el uso del vehículo.

Estos elementos desempeñan un papel crítico en la seguridad del vehículo, ya que influyen directamente en la distancia de frenado, siendo unos amortiguadores en buen estado clave para una distancia de frenado óptima. Además, son fundamentales para la estabilidad del vehículo, ayudando a mantener el control en las curvas, lo que se vería comprometido si los amortiguadores se encuentran en mal estado.

El reemplazo de los amortiguadores es necesario en caso de desgaste, fugas de aceite, daños visibles o ruidos anómalos. En Audi Canarias, se recomienda cambiar los amortiguadores cada 5 años o después de 120.000 km para garantizar un rendimiento óptimo del vehículo.

La alineación de ruedas es un procedimiento que busca ajustar los ángulos de la geometría del tren de rodaje del vehículo para garantizar que las ruedas estén alineadas conforme a las especificaciones del fabricante.

Cuando la alineación de ruedas no es la adecuada, puede afectar significativamente al vehículo en varios aspectos: la seguridad, al causar desviaciones no deseadas mientras se conduce; el consumo de combustible, ya que las ruedas desalineadas generan más resistencia y, por lo tanto, un mayor esfuerzo del motor para avanzar; el desgaste de los neumáticos, al provocar un desgaste irregular que puede resultar en la necesidad de reemplazarlos antes de lo previsto, entre otros problemas.

Usualmente, la vida útil de las baterías de automóviles oscila entre 3 y 5 años, si bien esta duración puede variar según el uso del vehículo y las condiciones climáticas. Para mantener tu batería en óptimas condiciones, es esencial realizar un mantenimiento regular, el cual incluye pruebas que nuestros Servicios Oficiales realizan en cada inspección. Si tu batería ha superado los 3 años de antigüedad y empiezas a notar problemas como dificultades para arrancar el motor, iluminación tenue o fallos esporádicos en los sistemas eléctricos, es aconsejable sustituirla. Esto previene sorpresas desagradables en la carretera y garantiza un funcionamiento fiable de tu vehículo.

Por lo general, cuando la batería empieza a deteriorarse, es probable que experimentes señales como un arranque del motor más débil, dificultades para poner en marcha el coche, restricciones en algunas funciones del sistema eléctrico o incluso advertencias de avería. En vehículos con sistema Start & Stop, podrías notar que el motor no se apaga al detenerte, aunque existen otros factores que también pueden influir en esta situación.

El alternador cumple un papel crucial al convertir la energía mecánica generada por el motor, transmitida a través de una correa conectada a su movimiento, en energía eléctrica. Esto permite recargar la batería del vehículo y suministrar corriente eléctrica a los componentes del sistema eléctrico mientras el motor está en funcionamiento.

Para prolongar la vida útil de la batería, es fundamental seguir las inspecciones recomendadas por el fabricante, incluyendo verificaciones realizadas por nuestros Servicios Oficiales para evaluar la salud de la batería. Además, es crucial evitar dejar dispositivos encendidos, como luces o sistemas de infotainment, cuando el motor está apagado. Un uso regular del vehículo es beneficioso, evitando largos periodos de inactividad. Por último, optar por una batería de alta calidad también puede contribuir significativamente a su durabilidad.

Cuando el indicador del alternador se ilumina en el panel, esto indica la existencia de un problema en el sistema eléctrico o de carga del vehículo. Cuando el motor está en marcha, se espera que el alternador genere suficiente energía para alimentar todos los componentes eléctricos y cargar la batería. Las causas detrás de este indicador de advertencia pueden incluir problemas en la carga eléctrica, la correa que impulsa el alternador, la batería o el regulador de voltaje.

Si el indicador del alternador se enciende, se recomienda acudir a un Servicio Oficial para diagnosticar y resolver la causa subyacente de la incidencia.

Las bujías desempeñan un papel crucial al proporcionar la chispa necesaria para iniciar la combustión en la cámara del motor. Mantener estas bujías en condiciones óptimas es fundamental para lograr un funcionamiento suave y eficiente del motor, así como para prevenir posibles problemas relacionados con bujías en mal estado. Por lo general, en nuestros motores, el fabricante recomienda cambiar las bujías cada 4 años o 60,000 km, lo que ocurra primero. No obstante, se aconseja verificar el intervalo de reemplazo específico en el manual del propietario o aclararlo con el servicio oficial correspondiente.

En el contexto de las correas del motor, es importante distinguir entre dos tipos principales: la correa de distribución y la correa auxiliar.

La correa de distribución, también conocida como correa dentada, tiene la función de transmitir el movimiento desde la parte inferior del motor (cigüeñal) hacia la parte superior (árboles de levas), manteniendo la sincronización esencial para el correcto funcionamiento del motor. Además, en ciertos casos, puede accionar componentes como la bomba de combustible de alta presión.

Por otro lado, la correa auxiliar, también denominada correa trapezoidal o correa Poly-V, se encarga de poner en movimiento componentes auxiliares, como el compresor del sistema de aire acondicionado, el alternador o, en ocasiones, la bomba de agua.

El intervalo para el reemplazo de la correa de distribución en un Audi depende del modelo y del motor específico de su vehículo. En algunos tipos de motor, el fabricante no establece un intervalo definido para el cambio de la correa de distribución. Por lo tanto, es fundamental referirse al manual del propietario de su vehículo o ponerse en contacto con un Servicio Oficial de Audi para obtener información precisa sobre el intervalo de reemplazo correspondiente a su modelo y año en particular, ya que estos plazos pueden variar. En caso de que su vehículo no cuente con un intervalo de cambio definido para la correa de distribución, desde Audi Canarias se recomienda realizar el reemplazo de la correa de distribución en un plazo máximo de 8 años o 150.000 km. Este mantenimiento oportuno es esencial, ya que la rotura de la correa de distribución puede ocasionar daños significativos al motor, resultando en costosas reparaciones.

En el caso de la correa auxiliar, no se establece un intervalo de cambio definido de manera generalizada. Este componente se somete a una evaluación durante las inspecciones periódicas que el fabricante incluye en el plan de mantenimiento del vehículo. Por lo tanto, es esencial llevar a cabo estas revisiones de forma regular para identificar cualquier posible problema y prevenir la rotura de esta correa.

Para algunos motores, se proporciona una indicación del período de cambio. En este sentido, se recomienda encarecidamente consultar el manual de usuario de su vehículo o ponerse en contacto con uno de nuestros Servicios Oficiales para obtener información precisa sobre los intervalos de reemplazo correspondientes a su vehículo en particular. De esta manera, podrá asegurarse de que su correa auxiliar se sustituye a tiempo, lo que contribuye a prevenir problemas potenciales.

El sistema de escape, como su nombre indica, cumple la función de eliminar los gases de escape que se generan después del proceso de combustión del motor. Este sistema puede variar en su composición según el tipo de motor y el combustible utilizado en el vehículo. Se debe prestar una atención especial al mantenimiento del sistema de escape en los motores diésel, ya que incorporan una mayor cantidad de componentes diseñados para cumplir con las normativas europeas sobre emisiones de gases.

En los vehículos diésel equipados con filtro de partículas, es fundamental evitar recorridos cortos y a baja velocidad. Esto se debe a que estos vehículos requieren una regeneración periódica del filtro de partículas, la cual ocurre al circular a velocidades sostenidas de al menos 80 km/h durante 20-30 minutos. Algunos vehículos diésel también cuentan con un sistema adicional que utiliza urea para reducir las emisiones de gases NOx. En estos casos, es esencial repostar Adblue de alta calidad y prestar atención a las cantidades mínimas de llenado. En cualquiera de nuestros Servicios Oficiales, encontrará Adblue de calidad para evitar posibles problemas en su vehículo.

Es de gran importancia realizar revisiones periódicas al nivel del líquido refrigerante en el depósito del motor para asegurar que se mantenga en niveles apropiados y detectar a tiempo posibles fugas. Estas fugas pueden ser de dos tipos:

1. Fugas externas, que son visibles y requieren estar alerta a posibles rastros de líquido en el suelo, especialmente al aparcar en la zona del motor.

2. Fugas internas, que no son visibles ya que el líquido se escapa hacia áreas internas del motor.
Cuando notemos una disminución en el nivel del refrigerante, podría ser indicativo de una fuga. No obstante, es importante tener en cuenta que en vehículos nuevos o después de realizar reparaciones en el sistema de refrigeración, puede ser normal que el nivel descienda ligeramente debido al proceso de purga, que elimina el aire atrapado.

Si el nivel cae por debajo de la marca óptima, debemos rellenar el líquido refrigerante hasta alcanzar el nivel recomendado. Es esencial recordar que no debemos abrir el depósito de expansión cuando el motor esté caliente, ya que existe riesgo de quemaduras.

El termostato es un elemento de gran relevancia en el sistema de enfriamiento del motor, ya que su función principal es controlar el flujo de agua en respuesta a la temperatura, facilitando así la circulación del líquido refrigerante a través del sistema y regulando la temperatura del motor.

En esta situación, la recomendación es consultar a su Servicio Oficial para que realicen un diagnóstico del vehículo y determinen si es necesario recargar el refrigerante. Un signo que podría sugerir la necesidad de una recarga es cuando, al activar el aire acondicionado, no se siente aire frío en el interior del habitáculo.

El compresor es una pieza fundamental en el sistema de aire acondicionado. En su operación básica, el compresor recibe el gas refrigerante en forma gaseosa y lo comprime, elevando su presión y temperatura. Luego, este gas de alta presión y temperatura se transporta al condensador, donde se disipa el calor. Esta acción provoca que el gas se convierta en un líquido de alta presión que fluye hacia el evaporador. En el evaporador, este líquido de alta presión se expande, disminuyendo su presión y temperatura. Durante este proceso, el líquido absorbe el calor del aire que atraviesa el evaporador, enfriando así el aire que circula a través del mismo. Una vez enfriado, el aire se distribuye a través de las salidas de aire en el interior del vehículo.

Este componente, también llamado filtro de partículas o filtro antipolen, tiene la tarea de purificar el aire que ingresa al interior del vehículo para asegurar una óptima calidad del aire que respiramos. Es fundamental sustituir este filtro en intervalos regulares, ya que influye directamente en la calidad del aire dentro del habitáculo. Como regla general, el fabricante establece un período de reemplazo de aproximadamente 2 años o 30,000 kilómetros, lo que ocurra primero. No obstante, recomendamos que consulte el manual del usuario o verifique con su Servicio Oficial el intervalo de sustitución específico estipulado por el fabricante para su vehículo.

El mantenimiento de la batería implica programar inspecciones regulares en uno de nuestros Servicios Oficiales, donde evaluamos no solo la batería, sino también otros componentes cruciales de su vehículo.

A continuación, le ofrecemos algunas sugerencias para extender la vida útil de la batería:

1. Mantenga el nivel de carga de la batería entre el 30% y el 80%.
2. Evite las recargas rápidas siempre que sea posible.
3. En caso de necesitar una carga completa al 100%, se recomienda utilizar el sistema de gestión de carga y emprender la conducción inmediatamente después de completar la carga.

El mantenimiento de los motores eléctricos implica programar inspecciones regulares en uno de nuestros Servicios Oficiales, donde evaluamos no solo el motor o motores, sino también otros componentes fundamentales de su vehículo.

El mantenimiento del sistema de frenado es igual al de un vehículo de combustión. Es importante revisar periódicamente el sistema en cuanto a fugas, verificar el estado de los componentes de desgaste para valorar si es necesario su reemplazo y cambiar periódicamente el líquido de frenos, normalmente cada 2 años, para que el sistema de frenos esté siempre en perfectas condiciones y así no comprometer la seguridad de los ocupantes. No obstante, le recomendamos que consulte el manual de usuario o aclare con su servicio oficial el intervalo de reemplazo que el fabricante ha estipulado para su vehículo.

La duración de las baterías en un Audi híbrido enchufable puede fluctuar según el modelo del vehículo, además del uso y mantenimiento adecuados. En términos generales, se anticipa que las baterías de un automóvil híbrido tengan una vida útil de aproximadamente 8 a 10 años antes de requerir su sustitución.

En lo que respecta al sistema de frenado regenerativo, por lo general, no demanda cuidados particulares. Este sistema aprovecha la energía cinética generada durante la frenada para recargar las baterías del vehículo. No obstante, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento habitual del sistema de frenos en su totalidad, incluyendo el reemplazo de las pastillas y discos de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. Esto asegurará un rendimiento óptimo del sistema de frenado regenerativo.